La UNESCO define a la cultura como “el conjunto de los rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan una sociedad o un grupo social. Ella engloba, además de las artes y las letras, los modos de vida, los derechos fundamentales al ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias”.
Estamos ante una pandemia global, una crisis sanitaria mundial sin precedentes donde nuestra forma de relacionarnos, de trabajar, de vivir y de entretenernos ha cambiado drásticamente. Y es que, esta situación ha obligado a muchos gobiernos a tomar fuertes medidas de aislamiento social para intentar mitigar el alarmante índice de contagio que está provocando el virus.
Estudios realizados por la UNESCO han demostrado que durante todo el tiempo que hemos estado en casa hemos consumido más arte y cultura. “Se ha producido una aceleración sin precedentes en la digitalización del acceso a la cultura”. Música, arte, cine o literatura son las disciplinas que hemos utilizado más durante todo el confinamiento, buscando calmar la ansiedad y liberar el estrés provocado por un futuro incierto.
Muchos estados miembros de la UNESCO han encabezado una serie de iniciativas digitales, incluyendo la creación de plataformas para reunir a los numerosos artistas y diversos recursos disponibles por las instituciones culturales de sus países. Para ello, y para garantizar el acceso a la cultura a todos, la UNESCO ha pedido a todos los artistas del mundo que se unan a ResiliArt, “una plataforma que tiene como objetivo garantizar que las conversaciones, el intercambio de datos y los esfuerzos de sensibilización continúen más allá de la pandemia”. A pesar de ello, en muchas partes del mundo, las soluciones digitales todavía no son una opción. Se estima que 3.600 millones de personas se encuentran totalmente desconectadas.
A pesar de estas iniciativas digitales, los museos, los cines, los teatros y otros espacios culturales no lo están pasando bien. Y es que, de la noche al día, han visto mermadas sus visitas a causa de las restricciones. Esto ha provocado toda una revolución para que estos espacios, imprescindibles para una sociedad con inquietudes culturales, se reinventen y sigan ofreciendo los conocimientos y saberes de nuestro patrimonio arquitectónico, cultural y turístico a través de otros formatos virtuales y medios como Internet y las redes sociales.
En Gandia, la situación no es diferentes a la de otras partes de nuestro país y del mundo. A pesar de ello, la gran parte de nuestros espacios culturales han estado abriendo sus puertas adoptando todas las medidas de seguridad para garantizar, por una parte, la tranquilidad de sus visitantes, y por otra, espacios libres de Covid. Un esfuerzo que, como ciudadanas y ciudadanos, debemos agradecerles por seguir ofreciéndonos cultura, diversión y entretenimiento para todos los públicos.