1. ¿Cómo te defines? En tres palabras
La verdad es que no me ha gustado nunca definirme, creo que siempre hay un aspecto subjetivo sobre nosotros mismos que altera mucho nuestra percepción. Si hago caso a lo que normalmente me han dicho otras personas cercanas a mí: perseverante, comprometido y bastante impaciente, sobre esto último, estoy bastante de acuerdo.
2. ¿Cómo es el día a día de un director de museo como el Museu Faller de Gandia?
Depende mucho de la época del año. Normalmente me encargo de la documentación burocrática del propio museo, subvenciones y de la catalogación de los documentos y obras. Ésta tarea sería la que más tiempo me ocupa aunque la tengo que interrumpir cuando las visitas se multiplican desde los últimos meses del año hasta la llegada de la fiesta de las fallas y en verano, somos dos trabajadores y mi compañera (Pau Plana) que se encarga de las visitas guiadas y de los talleres no puede abarcarlo todo. Otro aspecto muy importante es tramitar todas las revisiones del edificio que además del museo abarca un teatro con un aforo de 576 personas, el hecho de que sea de pública concurrencia hace que tenga que cumplir muchas especificaciones en materia de seguridad.
3. ¿Qué te impulsó a trabajar en el Museu Faller?
Yo soy licenciado en historia del arte, en la carrera me especialicé en museología y museografía, siempre ha sido la rama de mi carrera que más me ha gustado y fui a estudiar los proyectos de museos como el Artikum y el Siida en Finlandia, el Mémorial de la Shoha en Paris o el Judeichs Museum de Berlín entre otros.
Antes de trabajar en el Museu daba clases de geografía e historia en secundaria, pero surgió la oportunidad del Museu Faller. Estaba todo por hacer, catalogar, documentar la naturaleza del mismo, crear el proyecto museográfico para que se reconociera jurídicamente… y no dudé en aceptar el reto.
4. ¿Qué tipo de museo es actualmente el Museu Faller?
El Museu Faller de Gandia está dentro de la catalogación de los museos etnográficos y etnológicos, se basa en la interpretación, el estudio y la difusión de la fiesta de las fallas y todo lo que ello implica (indumentaria, pirotecnia, trabajo del artista faller, cant d’estil valencià…). Es un museo que no existe en ninguna otra parte del mundo, de hecho, es el único que aparece en el dossier de la UNESCO cuando en el 2016 se proclamó la Fiesta de las Fallas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
5. ¿En qué líneas de investigación se están trabajando ahora en el Museu Faller de Gandia?
Las líneas de investigación fundamentales del Museu se centran en la colaboración con la escuela, la educación formal y la universidad, la conversión en un museo totalmente inclusivo atendiendo a las demandas de colectivos con necesidades especiales y por último a la mejora de las instalaciones de la exposición permanente. Todos estos proyectos cuestan muchísimo de llevar a cabo principalmente por un problema estructural que viene sufriendo la institución museística desde sus inicios como Museo, la gestión adopta caminos muy diferentes de los que realmente necesita transitar la institución museística.
6. El Museu Faller de Gandia realiza actividades educativas y sociales, ¿de qué tipo? ¿A quién van dirigidas?
Como he comentado anteriormente uno de los pilares fundamentales es el educativo. Los talleres, de los que se encarga Pau Plana, técnica en animación socio-cultural y turística, se adaptan a los ciclos educativos mediante unidades didácticas que en pandemia fueron distribuidas por todos los centros escolares de la ciudad. Además, cada vista que se realiza al museo es guiada y Pau también se encarga de adaptarla a cualquier colectivo: hemos tenido visitas de invidentes, colegios de educación especial, residencias de mayores, Erasmus… El objetivo es poder llegar a cualquier colectivo y persona adaptándonos a sus necesidades concretas y para ello tiene que haber un gran trabajo previo de preparación de los contenidos.
7. Para ti, ¿cuál es el perfil de visitante habitual de museo?
Hay dos perfiles que destacan por encima del resto, el visitante de la tercera edad interesado en la cultura y familias con niños comprendidos entre los 12 y 3 años. Las características interactivas del museo hacen que la visita, además de ser cultural, sea una experiencia divertida y participativa esto hace que esté muy valorado por los padres.
8. Desde el Museu Faller de Gandia, ¿qué estrategias se están desarrollando para llegar a su público? ¿Y para otro tipo de público?
Ahora mismo estamos en un momento muy complicado, todas las estrategias adoptadas, que en su mayor medida iban destinadas a una mejora en nuestro posicionamiento digital; web y redes sociales (búsqueda de público juvenil), están totalmente paradas por la falta de apoyo del organismo correspondiente. El principal problema es que el museo se ha quedado en una tierra de nadie inhóspita y está a la espera de que se resuelva su titularidad.
9. ¿Qué quieres ser el Museu Faller de Gandia cuando sea mayor? ¿Qué proyectos de futuro tiene?
Eso me gustaría, que llegara a ser mayor. Hoy por hoy tengo muchas dudas al respecto. Es obvio que en primer lugar quiere ser independiente y así, tomar las decisiones que más lo beneficien siempre en base a criterios que fomenten los pilares básicos del museo, el estudio, la conservación y la difusión.
El Museu Faller de Gandia ha sido y es un referente en el mundo de la fiesta. Tras su inclusión en los Museus de la Generalitat y en el Ministerio de Cultura ha hecho que localidades como Alzira, Xàtiva o Cullera creen un espacio que se basa en nuestro Museo y, junto con Valencia, se han constituido como instituciones museísticas lo cual ha hecho surgir la Xarxa Valenciana de Museus Fallers, órgano que tiene como principal objetivo la salvaguarda de una fiesta Patrimonio Inmaterial y su difusión turística como producto único en el mundo.
10. ¿Qué mejorarías del museo actual? ¿Qué cambiarías? ¿Qué dejarías?
El museo tiene un problema fundamental y es la titularidad del mismo. La ciudad tiene que decidir si quiere un Museo o no, así de sencillo. Sería sorprendente que se dejara perder el museo de referencia sobre la fiesta de las fallas y que ha influido sobre todos los demás, el potencial turístico que tiene está fuera de toda duda.
No cambiaría el enfoque del trabajo realizado hasta ahora. Que sea el segundo espacio cultural más visitado de la ciudad únicamente viene determinado por la calidad, la originalidad de los contenidos y la forma de transmitirlos a nuestros visitantes. De hecho no tiene ninguna crítica negativa en webs tan importantes como Trip Advisor, Google o Civitatis. Aún así hay muchos aspectos que mejorar sobre todo relativos a la señalización, accesibilidad desde la playa o difusión publicitaria. Con el presupuesto anual que tiene es un milagro que haya conseguido seguir vivo.