1. ¿Quién es Isabel Cogollos?
Una persona con diversidad de inquietudes que cree que el mundo puede llegar a ser un lugar mejor si dejamos de lado nuestras diferencias y nos centramos en aquello que nos une, posiblemente así nos daremos cuenta que las cosas que realmente nos hacen felices son muy parecidas. Creo que el arte y la cultura nos hace acercarnos a esta idea, y por ello siempre me ha atraído. Estudié diseño industrial que era una carrera que tiene que ver con el arte de una manera práctica. Más tarde mis aficiones se unieron con mi vida profesional. Lo que empezó con un grupo de amigos a los que nos gustaba la música, la literatura, el teatro, el diseño, la arquitectura, entre otras disciplinas, dio paso a un colectivo germen de LaCasaCalba proyecto cultural que a día de hoy gestiona el Teatre del Raval.
2. ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste? Es decir, ¿cómo se llega a gerente del Teatre del Raval?
A mitad del 2013 Pluja Teatre anuncia que dejan la actividad. Francesc y yo teníamos varios proyectos culturales en funcionamiento en Valencia, habíamos participado en al Russafa Escénica, ya estaba en funcionamiento el festival Hostes en el Octubre CCC y teníamos otras ideas en mente. El último día que Pluja abría sus puertas para que cada cual se quedase con lo que le gustase del teatro, nosotros fuimos a verlo, alguien dijo que seria buena idea que nosotros tomásemos el testigo de ese sueño que era para muchos el Teatre del Raval y esa posibilidad quedó en nuestras mentes. Hicimos varias valoraciones para ver la viabilidad del proyecto y decidimos tirarnos a la piscina. Después de mucho esfuerzo y a fuerza de prueba error hemos llegado hasta aquí. Ahora mismo ya podemos decir que contamos con un equipo muy compenetrado que hace que todo fluya, y que ser gerente no dé tanto vértigo como al principio.
3. ¿Cómo es el día a día en Teatre del Raval?
Aunque no lo parezca, la gestión de un teatro lleva mucho trabajo que no se ve, aun hoy hay gente que piensa que aquí trabajamos solo los días que abrimos la puerta del teatro, pero para poder hacer este gesto tenemos detrás un montón tiempo dedicado al proyecto. Desde la búsqueda de financiación, que consume buena parte de nuestros recursos, la planificación de la programación, la difusión, la producción de espectáculos y ciclos, la creación de sinergias para llegar a un público más amplio, hasta el acondicionamiento de los diferentes espacios. Este año ha sido especialmente complejo, puesto que la normativa sanitaria ha ido cambiando y nos hemos tenido que adaptar sobre la marcha, la incertidumbre es lo que peor hemos llevado, pero eso creo que nos ha pasado a todos.
4. ¿Quién y cómo se elige la programación que se hace en el Teatre del Raval?
La programación la elige principalmente Francesc Burgos, el resto le hacemos sugerencias, pero es él el encargado de hacer el encaje de bolillos, él se encarga de la dirección artística, quien viene, en qué momento y como presentarlo al público para que resulte más sugerente. Intentamos acoplarnos a las agendas de las compañías y artistas, ya que nuestro presupuesto no es elevado y para que salga a cuenta, además estamos adheridos a varios circuitos de música y artes escénicas. También intentamos hacer la estancia agradable a los artistas, estableciendo vínculos afectivos con ellos, para que quieran repetir y lo comuniquen a sus amistades del gremio. De esta manera hemos conseguido atraer la atención de artistas que de primeras no podríamos llegar a pensar que estuvieran a nuestro alcance. Si hay algo que podemos decir que nos caracteriza y estamos orgullosos es el buen trato a la gente con la que trabajamos, ya sean artistas, técnicos, monitores, personal de oficina, fotógrafos…
5. El Teatre del Raval es sinónimo de compromiso, diferenciación… ¿Cómo se consigue diferenciarse tanto de un teatro convencional?
Desde el principio teníamos claro que queríamos llevar a cabo un proyecto que remueva, que el que salga de aquí se lleve algo, que no quede indiferente.
En la sociedad capitalista o eres muy top o tienes que currar mucho para poder vivir de tu trabajo, esto en la cultura pasa más aun. Nuestro objetivo es sobrevivir sin tener que desviarnos de nuestros principios. Con esto no estoy diciendo que solo programemos lo que nos gusta, programamos lo que se está haciendo a día de hoy, pero que el público tiene pocas posibilidades de conocer.
6. Lo que más te gusta de tu trabajo. Y lo que menos.
Lo que más me gustan el la cara de satisfacción del público y los artistas al producirse el milagro de la conexión, durante esta temporada lo hemos podido presenciar más asiduamente que en otros momentos. El público venia buscando salir de esta realidad que nos ha caído como una losa de repente y los artistas, muchos de ellos que llevaban casi un año sin trabajar han podido experimentar la entrega de ese público.
Lo peor, sin duda la burocracia.
7. La pandemia ha afectado mucho al teatro. ¿Cómo lo está afrontando el Teatre del Raval?
Nos ha afectado bastante, pero la cultura en este país siempre ha estado en crisis por lo que para nosotros no es nuevo, si que es cierto que justo antes de la COVID empezábamos a ver un horizonte más positivo, que ahora ya no lo es tanto, pero estamos abiertos, y buscando nuevos caminos que aunque sean tortuosos son igualmente emocionantes. Para sobrevivir hemos iniciado colaboraciones con diversas entidades, y estamos fortaleciendo las que ya teníamos, pensamos que de esta salimos más unidos o no lo superaremos.
8. ¿Qué es LaCasaCalba? ¿Qué relación hay con el Teatre del Raval?
LaCasaCalba es el proyecto cultural que en 2014 decide hacerse cargo de el Teatre del Raval. A partir de ese momento el proyecto más importante de LaCasaCalba y el que en principio absorbió casi toda nuestra capacidad de trabajo fue el Teatre del Raval, ahora, casi siete años después podemos decir que es nuestro proyecto más sólido y el que más visibilidad nos ha aportado. En estos momentos y puede que gracias a la pandemia, el Teatre del Raval está en proceso de reconversión y virando a espacio de creaciones, no solo de artistas, nuestra intención es ser facilitadores para que cada cual saque el artista que lleva dentro. En estos momentos estamos preparando una producción, que va a contar con la participación de la asociación de personas sordas de la Safor, un proyecto que ha sido elegido entre más de 300 patrocinado por la fundación La Caixa dentro de su línea Art for Change.
9. Además, estáis muy comprometidos con el entorno y con el barrio y organizáis ciclos como el “RRRR! Art i Reciclatge”, el “Sona Baixet” o participasteis en el Encuentro PaRedes ¿Cómo se gestiona un espacio cultural que tiene tantas facetas?
Trabajando mucho y aprovechando las sinergias, estableciendo redes. Aprovechamos las conexiones con diferentes asociaciones de la zona de diversas inquietudes ya sean culturales, sociales, de integración. Durante la primera época puede que estuviésemos más cerrados en nosotros mismos, por una cuestión de que el espacio en si, nos exigía mucha dedicación, pero el objetivo siempre ha sido el de establecer puentes, conectar con la gente que hace cosas y ponerlas en valor. A día de hoy contamos con un equipo de trabajo que nos facilita mucho las cosas y da salida a muchas ideas que gestamos. Otras se quedan en la despensa y puede que más tarde llegue su tiempo.
10. Desde el Teatre del Raval, ¿qué estrategias estáis siguiendo para llegar a todos vuestros públicos objetivo?
Usamos todos los medios que están a nuestro alcance para llegar al público, redes sociales, carcelería, folletos, notas de prensa, mailing. No tenemos una segmentación de públicos, creo que en esto fallamos, pero vemos que si el tema interesa, la gente se mueve. La cultura que ofrecemos en el Teatre del Raval no es cultura de masas, vamos dirigidos a diversos públicos específicos que por lo general se saben informar y se desplaza donde sea por ver lo que le interesa. Hemos llegado a tener a personas que venían de Madrid par ver a Marina Rosell expresamente, o una familia vasca con apartamento en Gandia que son asiduos de nuestro festival Hostes que lo hacemos en febrero fuera de temporada alta, familias de Valencia que vienen a ver el Sona Baixet… Estos son indicadores que nos dicen que estamos en el camino correcto.
